Desde We Are Heroes queremos ayudar a todas aquellas personas que se dan cuenta que necesita a alguien que los guíe de manera holística hacia un mejor estado de salud. Ya sea salud física, mental y/o emocional.
Cuando eres capaz de encontrar esa motivación, y das con las personas adecuadas que caminan contigo… te sientes poderoso mientras das tus primeros pasos hacia el bienestar personal.
Queremos que te sientas así, queremos que encuentres tu propia dirección, queremos que cambies tu hábitos alimentarios. Todo en pro y para tu salud: salud en su globalidad.
No queremos que rompas tus viejos hábitos alimentarios, queremos que los interrumpas para experimentar con otros nuevos y así poder incorporarlos a tu vida si es que te han aportado más beneficios que los anteriores.
Queremos nutrir tu cerebro en el sentido literario de la palabra, queremos nutrir cada célula de tu cuerpo porque se lo merecen. Queremos nutrir el héroe que viven en tu interior.
Queremos nutrir tu bienestar, tus entrenos, tu éxitos… porque nos encanta ayudar a la gente a encontrarse. Queremos nutrir esa súper-persona que hay en ti. Queremos nutrir ese sentido de Supervisión que aún no conoces, pero que te pertenece, que está ahí para mantenerte en el camino, en la DIRECCIÓN, que junto a ti diseñaremos. La ventaja de identificar cosas que te permitan ESTABILIZAR e INNOVAR.
Éste es nuestro Asesoramiento Nutricional.
En que te podemos asesorar
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- Sobrepeso
- Obesidad
- Fertilidad
- Psoriasis
- Esclerosis Múltiple
- Acné
- Rendimiento
- Depresión
- Deportista
- Embarazo
- Post-parto
- Nutrición del bebe después de la lactancia
- Endometriosis
- Síndrome Ovario Poliquístico
- Vitiligo
- Estrés
- Enfermedades Autoinmunes
- Intestino Irritable
- Fibromialgia
- Alergias
- Migrañas
Nuestra perspectiva de trabajo está planteada desde el marco global de la PsicoNeuroInmunología Clínica y la Nutrición Evolutiva. Sigue leyendo si te interesa saber más a cerca de nuestro método de Asesoramiento Nutricional.
A cerca de los lácteos y el azúcar
Vamos a ponerte ante una serie de acontecimientos y verdades que quizá nunca te hayas parado a pensar, ver y analizar. No te culpamos por ello, pero sí queremos que comiences a asumir tu parte de responsabilidad. De todos es sabido que desde lo alto nos manipulan, nos controlan y como borregos seguimos las pautas o necesidades que nos van generando a través de la publicidad engañosa.
Una mentira repetida mil veces se convierte en una gran verdad. Lenin.
Y lamentablemente esto ocurre continuamente en la televisión, en la radio, en los periódicos e incluso en internet. Estamos llenos de mensajes subliminales por todas partes, y otros no tan subliminales. Con ello, nos generan necesidades tales como:
“Comer cereales en el desayuno con leche y cola cao” – cuyo 80% es todo azúcar. ¿Te has parado a pensar que somos los únicos mamíferos que seguimos bebiendo leche siendo adultos?
“Desayuno mediterráneo” – y tan sólo por leer mediterráneo, nos creemos que es saludable.
Desde pequeños somos hinchados a bebidas azucaradas, y de éste modos, nos hacemos cada vez más adictos al azúcar. De manera que cuando baja un poco la glicemia en sangre, nos creemos que nos va a dar un patatús y que necesitamos azúcar a todas horas para vivir. Puedes engancharte al azúcar tanto como a las drogas, al tabaco o al alcohol. Los efectos del azúcar en el cerebro son los mismos que tienen éstas y otras sustancias adictivas.
“Hay que comer 5 veces al día como mínimo” – para que siempre haya glucosa en sangre. Pero, ¿sabías que la insulina, a parte de no permitir al cerebro (y otros órganos no dependientes de la insulina) alimentarse, es un factor trófico?
Un factor trófico es un factor de crecimiento. Y te preguntarás, ¿crecimiento de qué? Pues bien, dependiendo de cada uno y de la susceptibilidad a la patología, podríamos desarrollar acné, alopecia, ovario poliquístico, miomas, verrugas, cáncer de próstata y ovarios, y un largo etc…
Durante más de medio siglo, hemos estado haciendo que la comida que las personas deberíamos comer sean menos deliciosas (frutas, verduras, hortalizas, pescado y carnes frescas) y al mismo tiempo, hemos hechos que las comidas que no debemos comer sean cada vez más ricas y apetecibles (comida rápidas, bebidas edulcoradas).
Lo cierto es que no es el azúcar, sino la grasa el combustible preferido por el metabolismo humano. En los años 60, más o menos, (¿te suena Angel Keys?), nos contaron que la grasa era mala. Que el colesterol alto era la primera causa de enfermedades cardíacas y nos limitaron y siguen limitando el consumo de grasa, grasa buena, grasa indispensable para el cerebro, para nuestros músculos y órganos, cómo el pulmón. ¿Sabías que los pulmones son dependientes de la grasa en un 90%?
Ácidos Grasos Esenciales: Omega-3 versus Omega-6
Nos dijeron de “no comer mantequilla, pero sí margarina” – porque es vegetal y no es dañina para el corazón. (A continuación tienes un link para que veas cómo se preparó la primera margarina). El problema de las margarinas hoy en día, a diferencia de la que creó el farmacéutico Hippolyte Mège-Mouriés, es el tipo de procesado que tiene y su producción de grasas trans, las cuales son un tipo de grasa que en nuestro cuerpo no existe y que es muy dañina. Los productores de alimentos a menudo usan la hidrogenación para endurecer los aceites vegetales y utilizarlos en productos como la margarina, y aunque hoy en día, ya se empiezan a ver margarinas sin grasas trans, no hay que olvidar que siguen siendo ricas en grasa omega-6.
Varias fuentes de información de evidencia antropológica, sugieren que los seres humanos evolucionaron en una dieta con un proporción de ácidos grasos omega-6 a omega-3 de aproximadamente 1:1. Mientras que en las dietas occidentales actuales la proporción es entre 15:1 y 17:1.
Las dietas occidentales son deficientes en ácidos grasos omega-3 y tienen cantidades excesivas de ácidos grasos omega-6 en comparación con la dieta en la que los seres humanos evolucionaron y se establecieron sus patrones genéticos.
Las cantidades excesivas de ácidos grasos poli-insaturados omega 6 y una relación omega-6 : omega-3 muy alta (como se encuentra en las dietas occidentales actuales) promueven la patogénesis de muchas enfermedades, incluidas las cardiovasculares, el cáncer y las enfermedades inflamatorias y autoinmunes. Mientras que los niveles aumentados de omega -3 (baja relación omega-6 : omega-3) ejercen efectos supresores.
Los ácidos grasos omega-6 y omega-3 se llaman poli-insaturados porque tienen muchos enlaces dobles. Éstos ácidos grasos son diferentes a la mayoría de las otras grasas. No se utilizan simplemente para energía o almacenamiento, son biológicamente activos y tienen un papel importante en procesos como la coagulación de la sangre y la inflamación.
Los omega-6 son pro-inflamatorios, mientras que los omega-3 tienen un efecto anti-inflamatorio.
Por supuesto, la inflamación es esencial para nuestra supervivencia. Ayuda a proteger nuestro cuerpo de infecciones y lesiones, pero también puede causar daños graves y contribuir a la enfermedad cuando la respuesta inflamatoria es inapropiada o excesiva. De hecho, el exceso de inflamación puede ser uno de los principales impulsores de las enfermedades más graves con las que nos enfrentamos hoy en día, incluidas las enfermedades cardíacas, el síndrome metabólico, la diabetes, la artritis reumatoide, el Alzheimer, muchos tipos de cáncer, etc…
En pocas palabras, una dieta alta en omega-6 pero baja en omega-3 aumenta la inflamación. Mientras que una dieta que incluya cantidades equilibradas de cada uno de los ácidos grasos reduce la inflamación.
Algunos de los alimentos llamados saludables pueden contener aceites vegetales y grasas trans. ¡Es crucial leer las etiquetas!
Uno de los problemas actuales es que los animales se alimentan generalmente con alimentos a base de granos con soja y maíz. Esto reduce directamente el contenido de omega-3, por lo que las grasas poli-insaturadas en la carne son en su mayoría omega-6. Por lo tanto, si comes carne y tu bolsillo lo permite, la carne alimentada con pasto es definitivamente más óptima para el consumo humano. Sin embargo y aunque la carne criada convencionalmente es saludable, siempre que no se procese, tiene sentido elegir las porciones más magras de esas carnes.
También es conveniente, si comes huevos, comprar huevos en pastoreo u ecológicos del “0” (que es el primer numerito que aparece en las cáscaras de los huevos y que nos habla sobre qué tipo de vida han tenido las gallinas) – que son mucho más altos en omega-3 en comparación con los huevos de gallinas que fueron alimentadas a base de granos.
Pero sin duda y con diferencia, la forma más saludable de aumentar el nivel de omega-3 es comiendo mariscos. El pescado graso como el salmón es una fuente particularmente buena. El pescado capturado salvaje es el mejor, pero incluso la cría es mejor que no comer en absoluto. Nuestros cuerpos no tienen las enzimas necesarias para producir éstos ácidos grasos omega-3, y por lo tanto, debemos sacarlos de la dieta. Si no obtenemos ninguno de la dieta, entonces desarrollamos una deficiencia y nos enfermamos. Es por eso que se denominan ácidos grasos “esenciales”.
En el caso de que seas vegetariano, otra opción para cargarte de ácidos grasos omega-3 es la suplementación.
Cada vez es mayor el número de alimentos procesados y precocinados (o cocinados) que consumimos, llenos de químicos alegando que nos hacen la vida más fácil y permitiéndonos tener más tiempo para “otras cosas”. Como seguir trabajando o incluso comiendo mientras trabajamos. Y realmente lo que está sucediendo es lo siguiente: cada vez estamos creando una sociedad más cómoda, sedentarias y por consiguiente enferma.
LGI: Low Grade Inflammation
Uno de los problemas actuales es la “Inflamación de Bajo Grado” o Low Grade Inflammation (LGI de sus siglas en inglés), que es una inflamación silenciosa pero continua. Una inflamación que puede estar en el cuerpo durante 20 o 30 años sin que nos demos cuenta o sin que escuchemos verdaderamente las señales que nos envía: síntomas que uno tras otro vamos teniendo pero que no interpretamos como tales e incluso pensamos que son “normales” y justificamos con frases como:
“Siempre he teñido estreñimiento” - ¡¿siempre?!
“Mi abuela también sufría de dolores de cabeza” - ¡¿a caso el dolor de cabeza es contagioso?!
“Mi padre también tenía el colesterol alto, es hereditario” - ¡¿en serio?!
“Tengo mala circulación, por eso me salen tantos moratones” - ¡¿de verdad?!
Rotundamente NO. A lo mejor el estreñimiento está siendo provocado por una ingesta de fibra insoluble excesiva y la proliferación de firmicutes (microbiota del tracto intenstinal no buena) también. Quizás una solución sería aumentar el nivel de bacteroidetes, aumentando la ingesta de fibra soluble.
A lo mejor los dolores de cabeza pueden ser debidos a una neuro-inflamación, a una falta de Magnesio o un atasco de la fase II del hígado.
A lo mejor el colesterol alto no necesariamente es malo, hay que mirar también el LDL, HDL y el ratio Triglicéridos libres/HDL – cuyo valor nos da una información mucho más valiosa e importante que solo el colesterol total.
A lo mejor los moratones son debidos a una falta de vitamina K, ¿y sabes quién produce la vitamina K? Los bacteroidetes, nuestras bacterias simbiontes, nuestras amigas más antiguas.
¿Cómo solemos solucionar esto? A base de una pastilla para los dolores de cabeza, estatinas para bajar el colesterol, laxantes para el estreñimineto y pomadas para los moratones.
¿De qué morimos?
Ya no nos morimos de hambre, ni de sed, ni por infecciones y muy poco de calor, frío o violencia. Nos hemos distanciado tanto de los que han sido los grandes motores/presiones de la evolución, aquellos que nos han empujado a la búsqueda de comida, a la toma de decisiones correctas e incorrectas a través de prueba y error.
Siendo malos cazadores y por presión de otros homínidos, nos desplazamos hacia la costa donde encontramos alimentos ricos en omega-3, zinc, yodo y selenio que nos han permitido desarrollar tanto nuestro cerebro, que hoy en día somos lo que somos gracias a ello. “Marine based Medicine” (Leo Pruimboom).
Hoy en día, nos morimos de exceso de comida (la obesidad es la causa y riesgo de muerte más altas), por comer muchas veces al día, por comer demasiado tarde, por comer comida basura y por comer tóxicos añadidos a las materias primas (fertilizantes, pesticidas, etc), sea al alimento envasado como saborizantes, adensantes, colorantes, acidificantes, estabilizantes, emulsionantes, gelificantes, edulcorantes, anti-aglomerantes, antio-oxidantes, convservantes… un sin fin de nombres y siglas raros como E473, E385, E406… que ni sabemos lo que son.
Algunos de éstos son inofensivos y otros no, pero muchos de estos productos están autorizados y son de venta libre. Como además están por todas partes, uno se confía en que si fueran peligrosos, se sabría y que por lo menos el médico nos lo diría, o nos lo contaría en los periódicos o televisión…
Así es como uno termina por consumirlos y ofreciéndolos a sus hijos. Millones de niños toman hoy en día más productos baratos con sabores irresistibles sin que sus padres se planteen nada.
El Sedentarismo
Cada vez vivimos más cómodos, hemos llegado a tal punto que nos traen la comida/compra y todo lo que se nos ocurra a casa. Antes por lo menos, para satisfacer cualquier necesidad salíamos a comprar, ahora ya ni eso y menos aún, salimos en la búsqueda de nuestro alimento. La mayoría de las veces el esfuerzo más grande que hacemos es abrir la nevera y elegir lo más calórico que haya para nuestra compensa exógena. ¡Porque yo lo valgo! ¡Y además, me lo merezco!
No se si eres consciente del círculo vicioso en el que estamos entrando al cual sólo se puede poner fin “pasándolo mal” un poquito al principio, reseteando nuestro sistema, volviendo a dar ritmo a nuestros ejes de estrés y darle sentidos a nuestras hormonas.
Y es que muchas veces queremos cambiar, pero sin renunciar a NADA.
Parece que cada vez vivimos más, pero eso no quiere decir que vivamos mejor. Hay un estudio realizado en los Países Bajos que nos dice que vivimos más de 40 años enfermos, tomando más de un medicamento… pero vivimos. ¿De verdad quieres pasar cuarenta años de tu vida enfermo/a?
El alimento puede ser tu mejor medicina, como ya comentaba Hipócrates en el siglo III a.C.
Aquellos que piensan que no tienen para una alimentación saludable, tarde o temprano encontrarán tiempo para la enfermedad.
Y ahora… ¿qué opinas sobre el Asesoramiento Nutricional?
Lo cierto es, que todos o casi todos lo necesitamos. Lo barato sale caro y con la salud no se juega. Desde We Are Heroes, queremos ofrecerte SALUD, queremos que entiendas y reconozcas qué es bueno y qué es malo para ti.
Queremos ofrecerte una mejoría integral de tu estado de salud con intervenciones basadas en el estilo de vida.
A día de hoy, contamos con muchas evidencias científicas que avalan que la Inflamación de Bajo Grado puede desaparecer y se puede restablecer el metabolismo de la insulina simplemente reduciendo la frecuencia de ingestas, o haciendo un ayuno intermitente, saltándote alguna comida o sustituyendo los hidratos de carbono provenientes de los cereales por aquellos que vienen de los tubérculos, verduras y hortalizas. Así como aumentando la ingesta de grasa y proteínas saludables.
Existen muchos alimentos que consumidos en altas dosis y de manera específica, tienen efectos espectaculares sobre la salud. Y otros, que consumidos en dosis bajas, tienen un efecto hormético – tan importante que son capaces de activar NRF2, que es una transcriptasa que activa VITAGENES, genes que tienen que ver con la longevidad y la protección de TELOMEROS (protección del genoma a través de la producción de antioxidantes citoplasmáticos).
En We Are Heroes, planteamos un modelo exclusivo de Asesoramiento Nutricional con intervenciones como:
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- Añadir ejercicio físico a tu día a día, media hora todos los días.
- Dormir suficiente y tener un biorritmo regular.
- Hacer algo de hipoxia y/o hipercapnia.
- Pasar frío, calor, sed, hambre de vez en cuando.
Todas éstas intervenciones naturales van enfocadas a acercarnos cada vez más a nuestro ser evolutivo y a alejarnos de los 40 años de enfermedad crónica que hemos aceptado en éste siglo XXI.
Cómo trabajamos en consulta
En la primera sesión, quizás la más importante, iremos construyendo una anamnesis completa.
Investigaremos con tu ayuda y con tu permiso diferentes aspectos de tu vida, empezando por el aspecto fisiológico del síntoma (si lo hubiera), así como el aspecto emocional, cognitivo, social y sexual.
Terminaremos la sesión, cuya duración es de hora y media, con un Deep Learning donde se te explicará de la manera más entendible posible, lo que está pasando a nivel fisiológico en tu cuerpo. Abriremos pequeñas ventanas, para que puedas notar cambios importantes que te mantengan en el camino y dirección correcto, que te motiven y empoderen “piano piano”.
En las sesiones siguientes de seguimiento, valoraremos éstos cambios, añadiremos tareas y otras intervenciones si fuera necesarios. Caminaremos juntos en la dirección diseñada hasta que tú lo desees y necesites.
